7 personas

Para comer o para cenar, aquí os dejamos una deliciosa pizza. Combina el sabor de la pizza tradicional con frutos secos y frutas desecadas.

• 2 bases de pizza
• Salsa de tomate (para la base)
• Queso mozzarella
• 2 pechugas de pollo
• 2 pimientos verdes
• 8 champiñones
• 100g de pasas
• 100g de nueces
• Bacon
• Orégano

Precalienta el horno a 220º

Corta una de las pechugas de pollo en trozos medianos (muy grandes pueden quedarse crudos y muy pequeños se pueden resecar).

Extiende la salsa de tomate por toda la base de pizza (Echa todo el tomate que necesites, a tu gusto).

Corta varias rodajas de mozzarella. Una vez hayas cortado las rodajas, extiéndelas por toda la base, sobre la salsa de tomate (al gusto).

Corta unas rodajas de pimiento verde y de champiñones y colócalas también sobre la base.

Después, coloca los trozos de pollo y salpimiéntalos.

Esparce también un puñado de nueces y otro de pasas sobre ésta.

Echa un chorro de aceite de oliva sobre la pizza y hornea durante 10 minutos.

Cuando esté lista, sácala del horno, espolvorea un poco de orégano.

Dependiendo de las bandejas de las que disponga tu horno, puedes hacerlas a la vez o una vez termines con una, metes la otra.

La pizza está lista para servir.

Debes servirla rápido si no quieres que se te enfríe.

Ideal para una comida/ cena rápida y reuniones familiares o con amigos.